La magia de la Bal de Chistau y el Círculo mágico de protección contra las brujas, la ruta de las Ermitas de Tella

El Valle de Gistaín o Bal de Chistau como se conoce en fabla aragonesa, esconde no solo un sinfín de leyendas y tradiciones ancestrales, si no la más bella arquitectura tradicional junto con paisajes espectaculares que van desde las más altas cimas de los 3.000 mil metros hasta los verdes valles donde todavía podemos en todo su esplendor el bello y tradicional paisaje de mosaico. Varias paradas nos mostrarán el embalse de Plan d´Escún, el misterioso Puen Pecadors y las bellas localidades de arquitectura tradicional de Gistaín, San Juan de Plan y Plan, además de pasear y refrescarnos por la increíble ribera del río Cinqueta.

Buscaremos un bonito rincón para reponer fuerzas con el pícnic que hayamos traído de casa y nos dirigiremos a conocer una de las entradas al valle menos conocido del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Valle de Escuaín, la entrada que accede desde el escondido pueblo de Tella y sus conocidas ermitas, una de ellas milenaria.

Desde siempre, la fama brujeril y mágica de Tella ha acompañado a este valle y sus gentes. Dólmenes y edificios religiosos situadas estratégicamente, formando un anillo de fuerzas telúricas, para protegernos de los otros protagonistas que no se ven, pero se sienten todo el tiempo, la magia y lo desconocido. El confinamiento del valle, dentro de la inmensidad del Pirineo, les ha sumergido durante siglos en un aislamiento secular del que ha surgido un sinfín de tradiciones y cultos ancestrales mezcla de lo religioso y lo esotérico. En esta ruta combinaremos patrimonio, los más bellos paisajes, geología en estado puro, arquitectura pirenaica e historia entremezclada con las más increíbles leyendas y tradiciones.